En este año que finaliza dejemos atrás las divisiones, la queja, la bronca; y en el que se inicia demos paso al compromiso para trabajar todos juntos, con afecto, con solidaridad para compartir una ciudad más ordenada y limpia.
Brindemos por lograr una ciudad donde todos seamos protagonistas de iniciar un cambio definitivo, volvamos a sentir en lo profundo de nuestros corazones los deseos de que Villa Constitución sea nuestro mejor lugar para vivir, y a través del amor, del encuentro, poder crecer juntos.
Quiero saludar especialmente a quienes hoy no la están pasando bien: compañeros que están desocupados —fundamentalmente trabajadores de Paraná Metal—, enfermos, familias que ya están o estarán afectadas por las inundaciones, vecinos del interior profundo de nuestra ciudad que sobreviven en condiciones difíciles, con la esperanza cierta de que Dios nos da señales de su existencia aún en las dificultades. Siempre sostuve que las dificultades nos preparan para ser mejores; estos tiempos no serán la excepción.
Recibamos este 2016 con muchas sonrisas pero sobre todo con la fe inquebrantable y las convicciones intactas.
Abrazo apretado, sentido, de los que arrugan la ropa.