En este Día del Periodista dejamos las palabras del Intendente Jorge Berti:
“A todos los periodistas de nuestra ciudad, que día a día informan, opinan y participan con la firme convicción de prestar un servicio a toda la ciudadanía y que en muchos casos permitiendo el debate generan el crecimiento de las ideas y la superación a través de las diferencias y el consenso. Vaya nuestro saludo y el deseo de que disfruten intensamente su día , que sigan CRECIENDO en su profesión y que puedan vivir dignamente de la misma, siendo fieles a su VOCACIÓN, amparados en el sentido común y el compromiso irrenunciable con la VERDAD”.
También nos parece de importancia y reflexión leer sobre Moreno y Walsh, ambos textos escritos por Felipe Pigna:
Sobre Mariano Moreno y la Gaceta de Buenos Aires..
El 7 de junio de 1810, comenzó a circular la Gaceta de Buenos Aires, primer órgano de prensa de las ideas patrióticas, impulsado por Mariano Moreno, que dejaría de publicarse en 1821. En su redacción participaron también Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Manuel Alberti, Pedro Agrelo y Bernardo de Monteagudo, entre otros. Es por ello que en esta fecha se conmemora el día del periodista. Para recordarlo, reproducimos a continuación un artículo publicado en el primer ejemplar de la gaceta, donde se explicitan los propósitos y fundamentos del flamante órgano de prensa.
Sobre Rodolfo Walsh..
Walsh se había criado en el seno de una familia conservadora, de ascendencia irlandesa. Estudió en un colegio de monjas irlandesas y fue interno en una congregación de curas también irlandeses.“Tengo una hermana monja y dos hijas laicas”, se reía. A los 17 años comenzó a trabajar en la Editorial Hachette como traductor y como corrector castellano de pruebas, y a los 20 comenzó a publicar sus primeros textos periodísticos. En 1953 publicó su primer libro de cuentos, Variaciones en rojo, con el que había ganado el Premio Municipal de Literatura de Buenos Aires.
Cuando se produjeron los fusilamientos de José León Suárez, Walsh estaba trabajando en la compilación de cuentos de la Editorial Hachette. Una tarde de 1956, jugando al ajedrez en un bar de la Plata escuchó la frase “Hay un fusilado que vive”. Nunca se le fue de la mente. A fines de ese año, comenzó a investigar el caso con la ayuda de la periodista Enriqueta Muñiz, y se encontró con un gigantesco crimen organizado y ocultado por el Estado. Walsh decidió recluirse en una alejada isla del Tigre con el seudónimo de Francisco Freyre, y con la única compañía de un revolver. El 23 de diciembre Leonidas Barletta, director de Propósitos, denunció, a pedido de Walsh, la masacre de José León Suárez y la existencia de un sobreviviente, Juan Carlos Livraga.