Buenas noches a todos y todas, hoy es un verdadero honor estar aquí, celebrando los 20 años de la Cámara Industrial del Departamento Constitución (CIDECON), una institución que no sólo ha sido fundamental para el desarrollo de nuestra Industria, sino que también ha personificado la resiliencia, el compromiso y la visión de nuestros empresarios. Empresarios que, en momentos difíciles, decidieron unir fuerzas para defender sus intereses y, lo más importante, para seguir impulsando el crecimiento de nuestra querida comunidad.
Quiero extender un sincero agradecimiento a Sebastián Pannocchia y a todos los que han formado parte de CIDECON a lo largo de estos años. Sabemos que el recorrido no ha sido sencillo. Han sido 20 años marcados por desafíos, pero también por la firme convicción de que juntos podemos superarlos. Hoy, una vez más, nos encontramos frente a un contexto económico adverso, una recesión que amenaza el empleo, nuestras PYMES y la capacidad productiva de nuestra industria.
Lo que estamos viviendo no son simplemente números en una tabla; son realidades que golpean a nuestras empresas, a nuestros trabajadores y a nuestras familias.
Cada fábrica que cierra sus puertas, cada empleo que se pierde, es una herida en el corazón de nuestra sociedad. Y esta situación se agrava con la desregulación económica y la avalancha de productos importados que debilitan nuestra competitividad. Si no enfrentamos esto con decisión, más industrias quedarán vacías, más familias se verán sin sustento, y el costo social será incalculable.
No podemos aceptar, como solución, la creencia de que bajar el consumo frenará la inflación, o que aumentando tarifas imposibles de pagar lograremos un futuro mejor. Que bajar salarios aplicando ganancias a los trabajadores y bajándoselas a las grandes fortunas es como se sale adelante y que seremos invencibles dentro de 40 años.
Esa receta, que algunos pregonan con liviandad, solo ha causado el cierre de PYMES, dejando a nuestros trabajadores en la calle y a sus dueños quebrados. ¡No es por ahí!
El camino pasa por generar consensos para políticas a largo plazo donde nadie quede afuera. Debemos transformar lo que sea necesario, pero siempre junto a nuestra gente: trabajadores, empresarios, estudiantes, todos debemos ser protagonistas, no excluidos. Porque, como suelo decir, “un pueblo se construye con todos o no se construye”. Y en Villa Constitución, el progreso no será privilegio de unos pocos; será el fruto del esfuerzo de todos.
En nuestra gestión, hemos proyectado y comenzado obras, trabajando codo a codo con el gobierno provincial anterior, y las seguimos desarrollando con el gobierno provincial actual siempre con la mirada puesta en aprovechar nuestras ventajas: nuestra ubicación estratégica, nuestra capacidad empresarial y, sobre todo, el talento y la dedicación de nuestra gente.
Como municipio, no podemos, ni debemos, ser indiferentes a esta crisis. No la elegimos, pero aquí estamos, y tenemos la responsabilidad de actuar. No es con imposiciones ni con desprecios que superaremos este desafío. No es atacando a las personas sino debatiendo ideas, como encontraremos el camino.
Como funcionarios, sabemos que somos falibles. Si alguno comete un delito, la Justicia debe actuar, pero eso no debe invalidar el derecho a soñar y construir un país con educación pública de calidad, con desarrollo científico y tecnológico, con salud para todos, y con obras públicas que lleguen a donde los privados no llegan. Un país con un Estado eficiente y presente, que sea capaz de acompañar a nuestras empresas, no de castigarlas.
No hay que temerle a la frase: “Un Estado presente”, hay que temerle a un Estado totalmente ausente.
Tenemos que honrar nuestras deudas, pero con los recursos de un país en marcha, con producción y valor agregado. No con un ajuste que siempre golpea a los que menos tienen. Como dijo Tato Bores hace ya más de 30 años, de una manera tragicómica, “no podemos seguir esperando sacrificios interminables que solo traen sufrimiento y desesperanza, para llegar a hacer una argentina potencia. No podemos seguir esperando milagros, el futuro lo construimos con acción, no con resignación”.
Cada empresa que cierra, cada puesto de trabajo que se pierde, es una tragedia para nuestra comunidad. Pero aquí quiero resaltar el rol vital de CIDECON. Esta Cámara no solo defiende a nuestras industrias; es una luz de esperanza para nuestras PYMES, ayudándolas a resistir y a encontrar el camino hacia un futuro mejor.
El desafío es grande, pero como dijo Sebastián en una reciente entrevista: “Este es solo uno más, como tantos que ya hemos superado”. Y tiene razón. Hemos enfrentado crisis antes, y juntos hemos salido adelante. Estoy convencido de que, esta vez, no será diferente. Desde el municipio, renovamos nuestro compromiso de acompañarlos en esta batalla, hombro a hombro, para proteger todo lo que tanto esfuerzo nos ha costado construir.
Nuestra industria es más que una fuente de empleo. Es el latido que da vida a nuestra comunidad, es el corazón de Villa Constitución y del Departamento Constitución. Cada acción que tomamos para fortalecerla es un paso hacia un futuro mejor para todos nosotros. Porque cuando nuestras empresas crecen, crece nuestra ciudad. Generamos empleo, creamos oportunidades y brindamos la estabilidad que nuestra gente necesita para seguir soñando con un mañana más prometedor.
No es el campo el que subsidia la Industria como dicen queriendo generar una nueva grieta social, es la complementación de amabas actividades la que genera mejor y mayor producción y con ella empleo y calidad de vida.
Quiero felicitarlos desde lo más profundo de mi corazón por estos 20 años de trabajo incansable. Los invito a seguir adelante con el mismo espíritu que los ha traído hasta aquí, porque estoy seguro de que, a pesar de los desafíos, el futuro nos tiene reservados nuevos éxitos y oportunidades.
Sigamos construyendo juntos el futuro que tanto deseamos para Villa Constitución, con diálogo, respeto y con la firme convicción de que la verdad muchas veces está a mitad de camino entre las ideas de todos nosotros.
El futuro no se espera, se construye. Como decía Tato: “Siempre se puede estar peor, pero mejor también”, y yo estoy convencido de que si trabajamos juntos, sin mirar el color político, de cara a nuestra gente podemos abrir ventanas a la esperanza para que lo mejor este por venir.
Felicitaciones CIDECON por este gran aniversario y muchas gracias. Que Dios nos bendiga a todos.