En este Día del Maestro, quiero enviar un saludo afectuoso a cada docente que, con dedicación y pasión, entiende la responsabilidad de construir conocimientos que abran ventanas a la esperanza para todos. Ustedes no solo enseñan, sino que inspiran, acompañan y brindan a cada estudiante lo que realmente necesita para crecer.
Conozco de cerca el esfuerzo, el compromiso y el corazón que ponen en cada día de trabajo. Hoy como siempre la educación es y será el motor del cambio social ascendente, sabiendo que el conocimiento no se trata de dar lo mismo a todos, sino de entregar herramientas que transformen vidas de manera equitativa.
Más que nunca, la enseñanza es un acto de solidaridad, respeto y pasión que no se logra sin esfuerzo y amor, sin esa contención que solo un maestro puede ofrecer.
Abrazo apretado, de esos que arrugan la ropa, a todos los docentes actuales y a los que lo fueron y recordamos con tanto cariño ¡Feliz Día del Maestro!