Hace 37 años comenzaba un hecho histórico, la guerra de Malvinas, que abrió una herida profunda en todo el pueblo argentino. Este enfrentamiento generado dentro de un contexto de decisiones políticas erróneas e irresponsables, nos pone ya en democracia, ante el ineludible compromiso de una revisión histórica, reflexiva y crítica sobre los acontecimientos que dejaron un triste saldo: más de 600 vidas perdidas y otras tantas heridas, aún sin sanar.
Se llevó a cabo la vigilia como hace años se viene realizando en homenaje a la gesta de Malvinas, y con gran emoción se inauguró antes de la medianoche, el monumento a los Caídos y Veteranos de la Guerra de Malvinas, realizadopor el escultor Fabián Villani a solicitud del Ente Portuario de Villa Constitución. En una encantadora noche a la vera del Rio Paraná, los artistas locales que siempre están presenten, llenaron de emoción y arte el espigón del muelle de Puerto Cabotaje. Momentos, recuerdos, palabras, honores y mucho respeto en una vigilia que quedara grabada en la memoria de cada uno de los presentes, como lo resaltó el intendente Jorge Berti en sus palabras.
En la mañana de hoy, se llevó a cabo el acto protocolar organizado conjuntamente con las comunidades educativas escuela de Educación Secundaria Orientada Nº 586, y Escuela de Educación Primaria Nº 782 “Juan Bautista Alberdi”, Veteranos y Ex Combatientes de Malvinas.
Las palabras alusivas estuvieron a cargo de Prof. Lucas Pieretti en representación de la Comunidad Educativa de las Escuelas Nº 782 Y 586, del Sr. Miguel Notarnicola, Veterano de la Guerra de Malvinas y del Sr. Intendente de la ciudad, Prof. Jorge Berti.
El himno nacional fue interpretado en Lenguaje De Señas por la Comunidad Educativa de la Escuela Primaria Nº 782 así como también fueron los alumnos de dicha escuela encargados de llevar el color y arte a través de sus dibujos y creaciones al son de la canción Para la Guerra Nada.
Se compartió una poesía a cargo de la estudiante Ayelén Caballero de 2do año y Prof. Sebastian Graf interpretó un tema de su autoría titulado “Los hijos de la sangre”.
“Todas las guerras empiezan en los escritorios de los que saben que no van a morir, y terminan en las trincheras de los que ni siquiera entienden porqué están muriendo. Entonces, ante cualquier conflicto, recuperemos el valor de la palabra, el diálogo, el compromiso y la inteligencia de sabernos una nación respetuosa de nuestra historia, nuestras costumbres y nuestra identidad nacional”, palabras finales del encuentro.
